Todo lo que no es Fe es Pecado

TABLA DE CONTENIDO

La Biblia afirma que el que tiene dudas en cuanto a lo que come se condena; porque no lo hace por convicción. Y todo lo que no se hace por convicción es pecado (Romanos 14:23).

¿Qué significa “todo lo que no es fe es pecado”?

Romanos 14:23 explicación

La escritura bíblica en Romanos 14:23, nos enseña que nuestras acciones deben hacerse a través de la fe (nuestra convicción), si nuestro corazón nos condena sabemos que hemos dejado el camino de la fe y esto es pecado.

Contexto de Romanos 14:23

Algunos cristianos creían que estaba mal comer carne, mientras otros cristianos creían que podían comer de todo. Otros pasajes en la Biblia (como 1 Timoteo 4:3-5) confirman que éstos últimos estaban en lo correcto:

Prohíben el matrimonio y no permiten comer ciertos alimentos que Dios ha creado para que los creyentes, conocedores de la verdad, los coman con acción de gracias. Todo lo que Dios ha creado es bueno, y nada es despreciable si se recibe con acción de gracias, porque la palabra de Dios y la oración lo santifican.

1 Timoteo 4:3-5

Con esta escritura en mente, hay un mensaje muy importante en Romanos 14:23:

Nuestra conciencia es lo primordial

No debemos ofender nuestra propia conciencia. Si hacemos algo que condena nuestro corazón, esto no le agrada a Dios. No le gusta cuando ofendemos a nuestra conciencia porque quiere decir que no tenemos fe en lo que estamos haciendo.

Por ejemplo, en el pasaje de Romanos 14:23, la persona que cree que puede comer carne, puede hacerlo. Sin embargo, el cristiano que cree que no debe, debe abstenerse. Para este último sería pecado porque su conciencia lo condenaría, ya que iría en contra de sus convicciones.

Sin embargo, muchas veces nuestra conciencia puede estar equivocada, pero mientras vayamos aprendiendo más de Dios, nuestra conciencia se irá amoldando de acuerdo a Su Palabra y a Su voluntad para nosotros.

Nuestra conciencia y el Espíritu Santo

Es importante que el cristiano viva conforme a su conciencia (la cual es guiada por el Espíritu Santo).

El Espíritu Santo vive en el corazón del cristiano y es el que trabaja en nuestra conciencia. El Espíritu Santo y el espíritu del cristiano son uno mismo (1 Corintios 6:17). Por lo tanto, nuestras convicciones son también las convicciones del Espíritu Santo. Él nos hará saber lo que está conforme a Su voluntad y lo que no. Es importante permanecer receptivos en todo momento para actuar de acuerdo a Su voluntad.

Dios está interesado en nuestro corazón

Para Dios, es más importante la condición de nuestro corazón que nuestras meras obras. Si nuestras obras fueran lo primordial, Dios no tomaría tan en serio nuestra conciencia. Sabe que para poder hacer “buenas obras” necesitamos fe en nuestro corazón, ya que todo lo bueno proviene de Él y sin Él no podemos lograr nada para el Reino de Dios.

La fe y las obras

La fe es el convencimiento de que algo que esperamos es real, aún cuando no lo podemos ver. Nuestra fe se encarga de transformar nuestro corazón, alineando nuestra voluntad con la voluntad de Dios. El Espíritu Santo se encarga de hacer este trabajo en nosotros cuando se lo pedimos en fe.

Cuando trabajamos en nuestra fe, seremos animados a actuar conforme a ella. La verdadera fe tiene obras:

yo te mostraré la fe por mis obras

Santiago 2:18

Pues, como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta

Santiago 2:26

Las obras llegan cuando trabajamos en nuestra fe.

Sin fe es imposible agradar a Dios

Necesitamos fe para tener acceso a Dios:

En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.

Hebreos 11:6

La fe es la garantía de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1). Si no tenemos convicción no tenemos fe y sin fe es imposible agradar a Dios. ¡Trabajemos en nuestra fe!

Un estilo de vida

La fe y la duda son ambas un estilo de vida. La fe o la duda se convertirán en tu propio estilo de vida de acuerdo a lo que cultives en tu corazón.

¿Qué vas a cultivar? Decide cultivar la fe para ver las promesas de Dios cumplidas en tu vida.

La duda

En nuestro caminar con Dios, cuando nos encontramos dudando algo que Dios ha dicho en Su Palabra es pecado porque esta actitud demuestra que no confiamos en Su integridad.

Esta actitud es peligrosa porque si dudamos de Sus promesas, lo más probable es que actuemos conforme a lo que pensamos (no conforme a nuestras convicciones, a nuestra fe, a lo que está en nuestro corazón), y por lo tanto permanecemos en pecado.

La fe

No permitas que la duda se convierta en tu estilo de vida. Confiesa tu pecado al Señor, y Dios, que es fiel y justo, te lo perdonará y te limpiará de toda maldad (1 Juan 1:9).

Acercate a Dios en fe, con la convicción de que Dios dice exactamente lo que quiere decir y quiere decir exactamente lo que dice, sabiendo que Sus Promesas son Sí y Amén en Cristo (2 Corintios 1:20).

Caminar con esta convicción se convertirá en un estilo de vida y verás el poder de Dios en tu vida y en las personas que te rodean. ¡Buena decisión!

Espero que mi historia pueda inspirarte a vivir una vida apasionada y con propósito.
Lee más