La armadura de Dios es un conjunto de piezas que le permiten al creyente resistir con éxito todos los planes, estrategias y engaños del diablo.
El escudo de la fe efesios, es una de las piezas de la armadura de Dios que apaga todas las flechas encendidas del maligno. Es un escudo protector contra todo ataque que el diablo pueda lanzar en contra de las peticiones de los creyentes en Cristo.
Nuestra fe representa un escudo, y sin ese escudo no podemos salir victoriosos de ninguna batalla. La fe es muy importante en la vida del creyente, ya que sin ella no tenemos protección cuando enfrentamos una batalla en contra de nuestro adversario, el diablo. Sin embargo, con la fe podemos resistir cualquier ataque del enemigo.
El escudo de la fe es tu garantía
La fe es la garantía de lo que se espera (conforme a la Palabra de Dios), la certeza (en nuestro corazón) de lo que no se ve (Hebreos 11:1). En otras palabras, la fe es la total seguridad de que hemos obtenido lo que Dios ha prometido en su palabra porque Él lo ha dicho. No nos dejamos llevar por lo que vemos o por lo que sentimos, sino por la fe.
Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer, así que podemos estar seguros de que Dios cumple lo que promete y lleva a cabo lo que dice (Números 23:19). La fe en las promesas de Dios no es una ilusión, es una garantía.
Por ejemplo, si no tienes fe en que Dios es tu pastor (o proveedor) y que nada te faltara (Salmos 23:1), bajaste la guardia y no tienes protección. Si te llegaran a correr de tu trabajo, estarías en una situación muy difícil. Sin embargo, si lo mismo llegara a pasar, pero tu fe en que el Señor es tu proveedor y que nada te faltara, es muy fuerte (si tienes total certeza en esa promesa), entonces Dios proveerá de manera que tal vez no puedas imaginar.
La fe es esencial para acceder al poder de Dios
La fe es el poder que le permite a Dios obrar en tu vida, y sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). La fe en su palabra es necesaria porque activa las promesas de Dios. Sin fe no hay poder, pero si tienes fe verás sus promesas cumplidas en tu vida.
El diablo es tu enemigo y obviamente no quiere ver las promesas de Dios manifestadas en tu situación, es por eso que nos lanza ‘flechas encendidas’ para perjudicarnos y distraernos. Sin embargo, con nuestro escudo podremos apagar todas esas flechas.
La fe es el escudo que te protege de situaciones difíciles. Cuando llegues a enfrentar algún obstáculo, nada te afectará porque el escudo de la fe te protegerá.
El resto de la armadura de Dios
Además del escudo de la fe, la armadura de Dios está formada por el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, el calzado con la disposición de proclamar el evangelio de la paz, el casco de la salvación y la espada del Espíritu. Cada una de estas piezas tiene un propósito y debemos llevarlas puestas en todo momento.
Todo el conjunto de la armadura de Dios se encuentra en Efesios 6:10-17:
Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Tu fe es esencial para obtener la victoria en Cristo Jesús (1 Juan 5:4). Sin embargo, también es importante llevar toda la armadura de Dios puesta a todo momento. De esta manera estaremos listos para cualquier batalla.
