Qué Hacer Cuando la Fe se Debilita

Flor seca

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Cuando la fe se debilita, la vida pierde la alegría y el sentido. Es natural que la fe en Dios se debilite cuando las circunstancias son adversas o cuando se nos presenta una situación difícil. Sin embargo, debemos ser vigilantes con nuestro camino espiritual y no dejar que nuestra fe se apague, sino tomar esas circunstancias adversas para hacer crecer nuestra fe.

Señales de que nuestra fe se ha debilitado

Cuando nuestra fe se debilita, todo nuestro ser (espíritu, alma y cuerpo) también sufre el impacto:

Nos enfermamos constantemente

Una de las señales son enfermedades. Cuando nuestro espíritu está débil, no es lo suficientemente fuerte para darle vida a nuestro cuerpo y sistema inmunológico.

Pero un espíritu fuerte, repela toda enfermedad.

Tenemos ansiedad constantemente

No podemos pensar claramente y estamos constantemente sufriendo estrés, frustración y ansiedad.

Un espíritu fuerte cree en el Señor y permite que su paz que sobrepasa todo entendimiento llene y proteja su corazón contra todo ataque del diablo.

Dudamos la Palabra de Dios

Cuando nuestro espíritu está débil y leemos la biblia pensamos que eso no es para nosotros. Esto pasa por no escuchar la palabra de Dios regularmente y creemos más en lo que nosotros u otras personas piensan de nosotros. Creemos más en nuestras propias opiniones que en lo que Dios dice de nosotros.

Pero quien toma la palabra de Dios como autoridad final en su vida, verá los frutos y gozará de bendiciones infinitas.

Si esto ha pasado en tu vida, sigue las siguientes recomendaciones para recuperar la fuerza de tu fe.

Por qué la fe se debilita

La fe de una persona llega a debilitarse por falta de escuchar la palabra de Dios. La fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo (Romanos 10:17).

Constantemente estamos bombardeados con malas noticias, con pensamientos del mundo, que crean ansiedad, envidia, celos, frustraciones, etc. Si no alimentamos nuestra fe con la Palabra de Dios, nuestra fe llega a debilitarse.

Si dejamos que esto pase, cuando una situación difícil se nos presenta en nuestras vidas, no podemos soportarlo y nos derrumbamos, perdiendo no solo nuestro control emocional, sino afectando negativamente todo lo que nos rodea (salud, finanzas, relaciones familiares, etc.).

La fe también se debilita porque pensamos que lo sabemos todo y no le damos espacio a Dios para que opere en nuestras vidas.

Hay muchas veces que nuestra fe se debilita y no nos damos cuenta hasta que tocamos fondo. A continuación, algunas señales de que nuestra fe se ha debilitado.

Cómo recuperar la fuerza de nuestra fe

Cuando la fe se debilita, no quiere decir que no tengas fe, sino que tienes que ejercitarla para fortalecerla. La fe está en ti, en tu interior, Dios te ha dado una medida de fe (Romanos 12:3). Ahora depende de ti hacerla crecer a través de:

  1. La oración

Orar es un arma muy poderosa del creyente. La oración nos permite posicionarnos para recibir de Dios. También nos permite dejar nuestros problemas a lado, recibiendo las instrucciones adecuadas para cualquier problema. Sabiendo que no hay situación, problema o circunstancia tan grande que Dios no pueda resolver.

Dios tiene la respuesta a todos nuestros problemas y la oración nos permite recibir esas respuestas y salir del caos en el cual nos encontramos.

  1. Leer la Palabra de Dios

El leer la Palabra de Dios, nos llena de sabiduría para saber qué decisión tomar cuando nos encontramos en un valle de diferentes decisiones.

La biblia es nuestro manual de vida, y si la dejamos de lado, vamos a sufrir las consecuencias y perdernos de todas las bendiciones que Dios ha preparado de antemano para nosotros. Pero si la tomamos en serio y le damos prioridad número uno, veremos su fruto en nuestras vidas, demostrando el gran poder de Dios.

  1. Escuchar enseñanzas de fe

Como vimos anteriormente, la fe viene al escuchar el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo (Romanos 10:17). Cuando escuchamos enseñanzas llenas de fe, nuestra fe aumenta.

Haz tiempo todos los días para escuchar un mensaje de fe que esté basado en la biblia, la Palabra de Dios. Ya sea cuando te estás arreglando, cuando estés manejando, cocinando o haciendo cualquier otra actividad, escucha la Palabra de Dios y alimenta tu espíritu con ella.

Cuando decides poner toda tu fe en Dios, verás tu fe crecer exponencialmente.

  1. Decir la Palabra de Dios con nuestra boca

Cuando nos repetimos la Palabra de Dios a nosotros mismos, nuestra fe crece (ejemplo: soy mas que vencedor (Romanos 8:37), por las heridas de Jesús he sido sanado (Isaías 53:5), Dios no me ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, amor y auto dominio propio (1 Timoteo 1:7)).

En vez de decir:

  • no puedo, di “soy más que vencedor”
  • me siento mal, di “por las heridas de he Jesus sido sanado”
  • tengo miedo, di “Dios no me ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, amor y auto dominio propio”

Nuestra voz es la que creemos más que la de ninguna otra persona, por eso es tan importante el repetirnos la Palabra de Dios. Dila cuantas veces puedas, 10 veces, 20 veces, 40 veces , 100 veces, 1,000 veces!! Tu fe crecerá como no tienes idea.

Nuestras palabras son como semillas que cuando decimos algo, podemos estar seguros que comeremos de su fruto. En la lengua hay poder de vida y muerte;  quienes la aman comerán de su fruto. (Proverbios 18:21). Decide plantar hoy semillas buenas en tu corazón. 

Cuando nuestra fe se debilita sufrimos las consecuencias. Si nuestro espíritu no es fuerte, todo nuestro ser sufre, nos enfermamos, nuestra mente se llena de ansiedad, y nuestro espíritu se seca. Por eso es muy importante cultivar nuestra fe orando, leyendo la palabra de Dios, escuchando enseñanzas de fe y cambiando nuestras palabras por la Palabra de Dios.

Comprométete hoy mismo de poner en acción estas recomendaciones para hacer crecer tu fe y ser testimonio viviente de lo que Dios puede hacer en la vida de una persona.

Espero que mi historia pueda inspirarte a vivir una vida apasionada y con propósito.
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