20 verdades sobre quién soy para Dios

quien soy para Dios

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La identidad en Cristo es una de las cosas más poderosas que puede tener una persona. Quiénes somos para Dios es algo que debemos entender con la ayuda de Su Palabra y Su Espíritu. Esto es de suma importancia para poder salir victoriosos de las batallas de la vida y vivir de una manera que glorifique a Dios.

Estas 20 verdades basadas en la Palabra de Dios nos ayudan a entender mejor quiénes somos para Dios y la identidad que tenemos como sus hijos amados:

Soy libre del pasado y una nueva persona en Cristo

Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! 2 Corintios 5:17

Soy hijo de Dios

Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, Efesios 1:4-5

Soy linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9

Soy imitador de Dios e hijo muy amado

Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, Efesios 1:5

Soy salvo por la gracia de Dios

De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos». Hechos 4:12

Soy perdonado por Dios

En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia que Dios nos dio en abundancia con toda sabiduría y entendimiento. Hechos 4:12

Soy sanado por las heridas de Jesús

Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Isaías 53:5

Soy justificado, santificado y redendido por medio de Cristo

Pero gracias a él ustedes están unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría —es decir, nuestra justificación, santificación y redención 1 Corintios 1:30

Soy libre de todo lo que me aprisiona

Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 2 Corintios 3:17

Soy una vasija de honor para Dios

Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros. 2 Corintios 4:7

Soy hechura de Dios

Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. Efesios 2:10

Soy bendecido por Dios

Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo. Efesios 1:3

Soy amado por Dios

»Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16

Soy familia de Dios

Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, Efesios 2:19

Soy heredero de Dios y coheredero con Cristo

Y, si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues, si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. Romanos 8:17

Soy guiado por el Espíritu Santo

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Romanos 8:14

Soy más que vencedor

Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Romanos 8:37

Soy el templo del Espíritu Santo

¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: «Viviré con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo». 2 Corintios 6:16

Soy la sal de la tierra

»Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee. Mateo 5:13

Soy la luz del mundo

»Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Mateo 5:14

A través de estas Escrituras, podemos entender cómo muchas son las bendiciones que Dios nos ha dado y cómo somos importantes para él. Esta verdad nos ayuda a avivar nuestra fe, recordando que somos una nueva creación, hechura de Dios, hijos muy amados, linaje escogido, salvados por la gracia de Dios y perdonado por Él. Estamos llamados a ser vencedores, una luz en el mundo y sal de la tierra, así como también una familia amada por Dios, herederos de Su reino y guiados por el Espíritu Santo. Estas verdades nos recuerdan que somos especiales para Dios y lo que somos en Cristo Jesús: sus hijos muy amados.

Al reflexionar en estas escrituras, sigamos adelante con la confianza de que somos amados, perdonados y aceptados por Dios; abrazando el propósito para nuestras vidas y proclamando las obras maravillosas que Cristo ha hecho por nosotros.

Espero que mi historia pueda inspirarte a vivir una vida apasionada y con propósito.
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