25 Versículos Bíblicos Sobre el Estrés

TABLA DE CONTENIDO

El estrés es una emoción que se produce cuando uno tiene miedo de que pase algo que no queremos. Es pensar en la idea del ¿qué será si pasa esto o aquello? A veces este pensamiento te puede paralizar, impidiéndote avanzar en tus metas.

Sin embargo, la Biblia nos dice que es importante actuar en fe, no a base de miedo. Por lo tanto, cada vez que sintamos estrés tenemos que cambiar nuestra forma de pensar conforme a la Palabra de Dios. Cuando decidimos hacer esto, nuestras emociones cambian.

En este blog encontrarás tips que te ayudarán a vencer el estrés y 25 versículos bíblicos sobre el estrés para para que puedas meditar en ellos.

Cómo vencer el estrés

El primer paso es darte cuenta que estás estresado. Muchas veces no nos damos cuenta de esta emoción porque pensamos que es normal vivir así. Si no tienes paz o no puedes pensar claramente, entonces necesitas hacer algo para tener una mejor calidad de vida. Dios tiene mucho más para ti.

Reconoce los pensamientos que hay en tu mente, escríbelos en un cuaderno y cámbialos por lo que Dios dice en la Biblia. ¿Cómo logras cambiar tus pensamientos? Meditando y declarando la Palabra de Dios con respecto a tu situación. No solo verás un cambio en tus emociones, sino también en tus acciones. Serás más eficiente y tu mente estará con mucho más claridad, sin tanta neblina.

El cambiar tu forma de pensar conforme a la Palabra de Dios, también te dará una visión más clara y te ayudará a enfocarte en la solución en vez del problema. La Palabra de Dios es como una lámpara que alumbra nuestra vida, dándonos paz y claridad, permitiéndonos vivir en paz, armonía, amor y tranquilidad.

25 versículos bíblicos sobre el estrés

Para ayudarte en tu estudio de biblia sobre este tema, aquí debajo encontrarás 25 25 versículos bíblicos sobre el estrés. Léelos en voz alta, medita en estas palabras y ponlas en práctica en tu vida diaria.

1) Filipenses 4:6-7

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

En lugar de preocuparnos, la Biblia nos indica que debemos orar en toda ocasión. En vez de pensar en el problema, debemos orar a Dios, presentándole nuestros deseos y dándole gracias por lo que ha hecho por nosotros. Su paz nos protegerá de todo estrés, preocupación y angustia.

2) 1 Pedro 5:7

 Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.

Cuando sabemos que podemos confiar cien por ciento en Dios nuestro Señor, podemos depositar en Él toda nuestra ansiedad para que así podamos recibir su paz que sobrepasa todo entendimiento. Confía en Él.

3) Juan 14:1

No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí.

El angustiarse representa un pecado porque es una señal de que no hemos puesto nuestra fe en Dios. En vez de angustiarnos, debemos confiar en Dios y en Su Palabra.

4) Hebreos 13:5

Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré».

Lo que Dios ha dicho en Su Palabra representa sus promesas hacia nosotros. Él ha prometido que nunca nos dejará ni nos abandonará. Debemos ser conscientes de Su presencia en nuestras vidas.

5) Isaias 40:10

Miren, el Señor omnipotente llega con poder, y con su brazo gobierna. Su galardón lo acompaña; su recompensa lo precede.

No hay problema o situación mas grande que Dios. Dios está con nosotros en todo momento y Él tiene gran poder con el cual puede ayudarnos a vencer cualquier problema. Dios lo hará cuando pongamos toda nuestra fe en Él. Decide poner toda tu fe en Él.

6) Hebreos 6:19

Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario,

Nuestra esperanza representa un ancla para nuestra alma, la cual nos ayuda a permanecer en confianza y en paz a pesar de cualquier problema.

7) Job 22:21-22

»Sométete a Dios; ponte en paz con él, y volverá a ti la prosperidad. Acepta la enseñanza que mana de su boca; ¡grábate sus palabras en el corazón!

Dios es más grande y poderoso que el problema o circunstancia que nos esté causando estrés. Acepta Su Palabra, medita y dila en voz alta hasta que haya penetrado tu corazón.

8) Salmos 94:18-19

No bien decía: «Mis pies resbalan», cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda. Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría.

No hay momento en que Dios nos desampare, aún así cuando nuestros pies resbalen y sintamos que nos vamos a caer. Si pones tu confianza en Él, Dios estará ahí contigo para ayudarte y llenarte de alegría.

9) 2 Timoteo 1:7

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.

El Espíritu de Dios no es de miedo, sino de poder, amor y auto-dominio. El miedo no viene de Dios – Él nos empodera, nos da amor y nos da la capacidad de dominar nuestras decisiones con una mente sobria. Pon tu confianza en Él hoy y recibe su amor, poder y dominio propio.

10) Proverbs 12:25

La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra.

El angustiarse no trae nada bueno, sino que afecta nuestro corazón. Sin embargo, una palabra amable lo llena de alegría. La Palabra de Dios está llena de palabras amables y alegra nuestro corazón. Llénate de alegría con Su Palabra.

11) Santiago 4:8

Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!

Cuando nos acercamos a Dios en fe para deshacernos del estrés en nuestras vidas, Él se acercará a nosotros y nos llenará de paz. Pero hay que acercarnos a Él primero, la iniciativa tiene que venir de nosotros. ¡Acércate a Él hoy!

12) Jonás 2:2

«En mi angustia clamé al Señor, y él me respondió. Desde las entrañas del sepulcro pedí auxilio, y tú escuchaste mi clamor.

Dios escucha nuestras oraciones y nos responde cuando nos acercamos a Él a través de la fe.

13) 2 Samuel 22:7

En mi angustia invoqué al Señor; llamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mi clamor llegó a sus oídos!

Nuestro clamor llega a los oídos de Dios. El saber que Él cuida de nosotros en todo momento, nos da la confianza y seguridad de acercarnos a Él cuando estamos estresados.

14) 2 Corintios 12:9

«Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.

Cuando estamos estresados nos sentimos débiles. Sin embargo, cuando decidimos acercarnos a Dios, Su gracia es suficiente para nosotros. Su poder se perfecciona en tus debilidades. Recibe Su gracia y dale gracias por Su poder en ti.

15) Salmos 120:1

En mi angustia invoqué al Señor, y él me respondió.

Dios no nos deja desamparados. Cuando nos acercamos a Él, Él mismo se acerca a nosotros y nos responde con lo que necesitamos en ese preciso momento.

16) Salmos 94:19

Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría.

Cada que sentimos que ya no podemos, Dios está con nosotros y cuando nos acercamos a Él en fe, Su consuelo llena nuestra alma de alegría.

17) Salmos 107:6

En su angustia clamaron al Señor, y él los libró de su aflicción.

Dios es quien nos libra de todo estrés.

18) Salmos 119:143

He caído en la angustia y la aflicción, pero tus mandamientos son mi regocijo.

Su Palabra es nuestra alegría que satisface nuestros corazones. Aún en los días más estresantes, Su Palabra nos alegrará.

19) Juan 16:33

Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.

Si Dios ya ha vencido al mundo, ¿de qué nos tenemos que afligir? ¡De nada! Él nos ha dado Su Palabra para que entremos en paz y vivamos en ella. ¡Ánimo!

20) 2 Corintios 4:8-10

Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos. Dondequiera que vamos, siempre llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo.

A pesar de que vengan pruebas fuertes a nuestras vidas, Dios nos promete que si continuamos en fe, no seremos destruidos. Al contrario, Su vida se manifestará en nuestro cuerpo, llenándolo de aliento, paz y tranquilidad.

21) Salmos 61:2-3

Desde los confines de la tierra te invoco, pues mi corazón desfallece; llévame a una roca donde esté yo a salvo. Porque tú eres mi refugio, mi baluarte contra el enemigo.

Dios es nuestro refugio, nuestra roca en donde estamos a salvo.

22) Salmos 29:11

El Señor fortalece a su pueblo; el Señor bendice a su pueblo con la paz.

La bendición del Señor es la paz en nuestros corazones y Él nos fortalece. Puedes decir en voz alta: “El Señor me fortalece, el Señor me bendice con Su paz. Amén.”

23) Mateo 6:25-26

»Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?

Aquí nos dice que no nos preocupemos por cosas de poca importancia como la comida, bebida y ropa comparados con nuestra vida y cuerpo. El reconocer que tenemos vida y cuerpo, pone en perspectiva las cosas que nos pueden llegar a afligir. Al ver esto, nos hace sentir agradecidos por lo que sí tenemos. Además, si Dios alimenta a los pájaros, Él nos alimentará. Somos sus hijos, y como un buen Padre, Él cuida de nosotros. Nuestro trabajo es poner nuestra fe en Él para poder recibir lo que Dios tiene para nosotros.

24) Mateo 6:27

¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?

El preocuparse no nos hará más eficientes. Decide hoy mismo dejar la preocupación y el estrés de un lado y recibe la paz y la sabiduría de Dios para guiarte en tus decisiones.

25) Mateo 6:34

Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.

Que el día de mañana no sea causa de estrés. Ocúpate del día de hoy, el mañana vendrá con sus propios afanes. Haz lo que puedas con lo que tienes, y lo que no puedas controlar, déjaselo a Dios, confiando en que proveerá la solución en el tiempo adecuado.

Espero que mi historia pueda inspirarte a vivir una vida apasionada y con propósito.
Lee más