La importancia de tener a Dios en la familia

La importancia de tener a Dios en la familia

TABLA DE CONTENIDO

La familia es la base de nuestra sociedad y es un pilar fundamental en nuestras vidas. Por eso, es importante que Dios esté presente en ella para fortalecerla y protegerla. El enemigo viene robar, matar y destruir nuestras familias y el tener a Dios en ella es vital para crecer en nuestra fe, enfrentar los desafíos de la vida y alcanzar el propósito de Dios para nuestras vidas (Juan 10:10).

Los beneficios de tener a Dios en la familia

La presencia de Dios en la familia trae consigo muchos beneficios. En primer lugar, nos brinda una fuente de amor incondicional y perdón. Como hijos e hijas de Dios, aprendemos a amar y perdonar como Él lo hace con nosotros. Esto ayuda a mantener un ambiente de paz y armonía en el hogar, fortaleciendo las relaciones familiares.

Además, tener a Dios en la familia nos provee de sabiduría y dirección. En momentos de dificultad o toma de decisiones importantes, podemos acudir a Él para recibir su guía y consejo. En vez de hundirnos en el miedo o la incertidumbre, la Palabra de Dios nos da una perspectiva diferente para que podamos salir victoriosos de cualquier prueba que se presente en nuestra familia.

Otro beneficio de tener a Dios en la familia es es la protección que Dios brinda a nuestras familias. Como dice Efesios 6:12, “Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales”. Al tener nuestra fe puesta en Dios como nuestro protector, podemos enfrentar cualquier ataque del enemigo con la certeza de que a través de nuestra fe en Él saldremos victoriosos.

porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe. 1 Juan 5:4

El ejemplo de una familia con Dios

Un buen ejemplo de una familia que tenía a Dios como centro de su hogar es la familia de Abraham. En Génesis 18:19, Dios dice sobre él: “Porque yo lo he escogido para que mande a sus hijos y a su descendencia que guarden el camino del Señor, haciendo justicia y juicio”. A pesar de las dificultades y desafíos que enfrentaron, la familia de Abraham permaneció fiel a Dios y fue bendecida en abundancia.

De igual manera, cuando hacemos de Dios el centro de nuestra familia, estamos siguiendo su ejemplo y cumpliendo con su propósito para nosotros como padres e hijos. Estamos enseñando a nuestros hijos los principios y valores de Dios, que les ayudarán a ser personas íntegras y responsables en su vida adulta.

Cómo incluir a Dios en la familia

Incluir a Dios en la familia no se trata solo de asistir juntos a la iglesia o hacer oraciones antes de las comidas. Se trata de tener una relación personal con Él y vivir según sus enseñanzas en nuestro día a día. Aquí hay algunas formas de hacerlo:

  • Orar juntos como familia: Establecer un tiempo para orar juntos como familia nos ayuda a fortalecer nuestra unión y comunión con Dios.
  • Leer la Biblia en familia: La Palabra de Dios es una fuente inagotable de sabiduría y dirección. Leerla juntos como familia nos ayuda a crecer en nuestra fe y comprender mejor su voluntad para nuestras vidas.
  • Servir juntos: Participar en actividades de servicio en la iglesia o en la comunidad nos permite poner en práctica los valores de amor y servicio que Dios nos enseña.
  • Comunicación abierta y amorosa: Una familia que busca seguir las enseñanzas de Cristo debe tener una comunicación abierta y amorosa. Esto incluye escuchar, apoyar y perdonarse mutuamente.
  • Enfrentar los desafíos juntos: Tener a Dios en la familia no significa que no enfrentaremos dificultades, pero sí nos da la fuerza y el apoyo para superarlas juntos. Recordar que Dios está con nosotros en todo momento nos da paz y esperanza.

Estas diferentes formas de incluir a Dios en la familia pueden variar según la dinámica y las circunstancias de cada hogar, pero lo importante es que todos los miembros se comprometan a buscar una relación cercana con Él y vivir según sus principios. Al tener a Dios en el centro de nuestras familias, podemos experimentar su amor, protección y dirección en todas las áreas de nuestras vidas.

Tener a Dios en la familia es fundamental

Tener a Dios en la familia es fundamental para construir un hogar feliz, armonioso y lleno de amor. No sólo nos otorga beneficios tangibles, sino que también nos ayuda a crecer espiritualmente y alcanzar su propósito para nuestras vidas. Además de que nos ayuda a animar a nuestros familiares cuando tienen problemas, y consolarlos cuando están pasando por un mal momento. Por eso, es importante no sólo incluirlo en nuestra vida familiar, sino hacer de Él el centro de ella.

Recordemos siempre las palabras de Josué 24:15: “Pero yo y mi familia serviremos al Señor”. Así que invitemos a Dios a nuestras familias y permitamos que su amor transforme nuestros hogares en lugares de paz y bendición. Porque con Dios en la familia, todo es posible.

Espero que mi historia pueda inspirarte a vivir una vida apasionada y con propósito.
Lee más