Una parábola se define como una “narración breve y simbólica de la que se extrae una enseñanza moral”. Sin embargo, ¿qué es una parábola en la Biblia? En la Biblia, las parábolas de Jesús son historias que transmiten la verdad espiritual a través de eventos de la vida cotidiana en las que toda persona se puede identificar.
El propósito de las parábolas
El propósito de las parábolas es ayudar a ilustrar una idea o concepto. Jesús usó parábolas para ayudarnos a entender los secretos del reino de los cielos a través de historias con las que nos podamos relacionar.
En Mateo 13, los discípulos le preguntaron a Jesús por qué le hablaba a la gente en parábolas y ésta fue su respuesta:
A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no. Al que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia. Al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Por eso les hablo a ellos en parábolas: »Aunque miran, no ven; aunque oyen, no escuchan ni entienden.
Mateo 13:11-13
Gracias a las parábolas de Jesús es que podemos comprender y relacionarnos con el reino de los cielos. Las historias bíblicas nos ayudan a reflejarnos en las personas involucradas en la parábola y así poder entender mejor el mensaje dentro de ellas. Sin embargo, para personalmente poder conocer los secretos del reino de los cielos, es necesario perseverar en la fe en asociación con el Espíritu Santo.
Quiénes son los que conocerán los secretos del Reino en las parábolas
Los que buscan los secretos del reino de los cielos con todo su corazón y con toda su alma, los encontrarán:
Pero, si desde allí buscas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, lo encontrarás.
Deuteronomio 4:29
Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta.
Lucas 11:9
A los que persisten en encontrar los secretos del reino de los cielos se les dará conocimiento y sabiduría a través de las parábolas. Esto es posible gracias al Espíritu Santo quien es nuestro maestro, el que nos enseña todas las cosas.
El papel del Espíritu Santo en las parábolas
Es gracias al Espíritu Santo que hoy en día podemos comprender todo lo que Jesús les enseñó a sus discípulos. El Espíritu Santo nos enseña todas las cosas y nos recuerda las enseñanzas de Jesús:
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.
Juan 14:26
La unción del Espíritu Santo nos acompaña a donde quiera que vayamos. Nuestro deber es permanecer en Él:
En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es auténtica —no es falsa— y les enseña todas las cosas. Permanezcan en él, tal y como él les enseñó.
1 Juan 2:27
Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre
Juan 14:16
El Espíritu Santo vive en nuestros corazones, por la tanto la Palabra de Dios, incluyendo las enseñanzas de Jesús, también viven en nuestros corazones:
el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes.
Juan 14:17
Con el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida la preciosa enseñanza que se te ha confiado.
2 Timoteo 1:14
Para conocer los secretos del reino de los cielos dentro de las parábolas necesitamos al Espíritu Santo quien vive en nuestros corazones. Por esta razón, el conocimiento del Reino de Dios tiene que venir desde nuestro corazón, no desde nuestro intelecto.
Una cuestión del corazón
Para poder comprender las parábolas y poder recibir revelación del Espíritu Santo tenemos que someter nuestras ideas y forma de pensar a Sus ideas y forma de pensar. El Espíritu Santo requiere de un corazón disponible y dispuesto para poder hablar. De esta manera, nuestros corazones estarán listos para escuchar y comprender Sus enseñanzas.
Por otro lado, los que no decidan abrir sus corazones, aunque miren y oigan las parábolas, no entenderán su significado. El Reino de Dios no se puede comprender con el intelecto, necesita ser con el corazón a través del Espíritu Santo, quien nos enseña todas las cosas.
La iniciativa tiene que venir de nosotros. El Espíritu Santo no va a imponer Su Voluntad sobre la de nosotros. Por lo tanto, no puede influir en nuestras vidas si no nos sometemos a Su Palabra de corazón, lo cual requiere fe y confianza.
Cómo llevarlo a la práctica
Dios sabe lo que necesitamos antes de que se lo pidamos (ver Mateo 6:8). Cuando nos acercamos a Él con humildad y expectativa, Él nos hace saber los secretos del reino de los cielos que necesitamos en ese preciso momento.
El Señor brinda generosamente su bondad (ver Salmos 84:12) y es su voluntad que cada uno de nosotros podamos comprender los secretos del reino de los cielos en las parábolas de Jesús.
Decide ahora mismo que te acercarás a Él con la expectativa de escuchar y recibir de Él cuando leas las parábolas de Jesús. Verás que el Espíritu Santo iluminará tu entendimiento durante tu lectura para poder comprender las parábolas que Jesús les enseñó a sus discípulos. ¡Buena decisión!
