Cuando tú pones Toda tu Fe en Dios

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Cuando tú pones toda tu fe en Dios, nada te preocupa, tienes total certeza de que lo que Dios ha prometido en Su Palabra será hecho en tu vida, lo cual llena tu corazón de paz y alegría. Poco después verás el milagro manifestado en tu vida.

En este post encontrarás los beneficios de poner toda tu fe en Dios.

Tienes total certeza en lo que esperas

La fe es la certeza de lo que no se ve (Hebreos 11:1). La fe no se basa en los 5 sentidos del cuerpo humano, se basa en la Palabra de Dios.

Por ejemplo, la Palabra de Dios dice que por las heridas de Jesús hemos sido sanados (Isaías 53:5), la fe es la certeza de que hemos sido sanados a pesar de lo que pueda sentir en mi cuerpo o del diagnóstico que los doctores me han dado. La fe en Dios decide poner su confianza en la sanación que Jesús predispuso, no en los síntomas de la enfermedad ni en lo que los doctores digan.

La fe es la seguridad absoluta de que lo que Dios ha dicho es verdadero; más verdadero de lo que podamos ver o sentir.

Te llenas de paz y alegría

Cuando una persona decide poner toda su fe en Dios, su corazón se llena de paz y alegría. Puede ser que su situación siga siendo la misma, pero cuando pone toda su fe en Dios, algo cambia en el espíritu. Esta persona ha recibido aquello que le ha pedido a Dios en oración (Marcos 11:24), lo cual la llena de paz y de alegría. Sabe que sólo es cuestión de tiempo y perseverancia para que la promesa de Dios se manifieste en su vida.

Las promesas de Dios se cumplen en tu vida

Cuando uno pone toda su fe en Dios, puede estar seguro de que lo que espera será hecho en su vida – la fe es nuestra garantía de lo que esperamos (Hebreos 11:1).

La parábola del sembrador

En la parábola del sembrador que Jesús enseñó (Mateo 13:1-23), la semilla representa la Palabra de Dios. Cuando esta semilla se planta en buen terreno, se somete a un proceso de crecimiento antes de llegar a la cosecha. Sin embargo, si el terreno se ve comprometido, la cosecha fallará antes de tiempo.

El terreno representa nuestro corazón. Para que la Palabra de Dios pueda dar fruto en nuestras vidas, debemos mantener nuestro corazón en fe. Si nos alejamos de la fe en Dios y dejamos que la duda se infiltre en nuestro corazón, nunca veremos la manifestación de las promesas de Dios en nuestras vidas. Pero si mantenemos nuestro corazón en la fe, veremos el fruto de Sus Promesas.

La fe es la garantía

El permanecer en la fe asegurará que las semillas (las promesas escritas en la Palabra de Dios) plantadas en nuestro corazón crezcan y se conviertan en árboles que den fruto. Cuando luchamos esta batalla de fe, seremos victoriosos y veremos las promesas de Dios en nuestras vidas.

El gran poder de la semilla

El poder está en la semilla y tenemos acceso a él. Dios ha hecho Su parte, y nos ha dado semillas con un gran potencial para ver milagros en nuestras vidas. Nuestro trabajo es mantener nuestros corazones en fe, seguros de que Él hará lo que dijo que haría.

Decide poner toda tu fe en Dios

La manifestación de las promesas de Dios en nuestras vidas, requiere trabajo. Muchas veces no vemos resultados de la noche a la mañana, así como un árbol tampoco crece de un día para otro, a veces el ver las promesas de Dios requieren tiempo y paciencia. Ser perseverante en nuestra fe es la clave para el éxito espiritual.

Toma la decisión ahora mismo de que pondrás toda tu fe en Dios, a pesar de las circunstancias. De que no importa de lo que veas o de lo que sientas, pondrás tu fe en lo que Dios ha dicho sobre tu situación. Sé perseverante en tu fe, mantén tu corazón libre de toda duda y preocupación para que la Palabra de Dios pueda dar fruto en tu vida.

Deja que tu fe en Dios sea la garantía de lo que esperas, ¡poco después verás Sus Promesas manifestadas en tu vida!

Espero que mi historia pueda inspirarte a vivir una vida apasionada y con propósito.
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